Cirugía general
CIRUGÍA DE CÁLCULOS EN LA VESÍCULA POR VÍA LAPAROSCÓPICA

También conocida como cálculos biliares, la colelitiasis es un problema común que afecta a alrededor del 10% de la población adulta a lo largo de su vida.
La mayoría de los pacientes que tienen cálculos biliares nunca presentan síntomas.
El síntoma más conocido es el cólico biliar, en el que el paciente experimenta dolor (generalmente tipo cólico, de intensidad moderada/severa) en la parte superior del abdomen, especialmente en el lado derecho.
Los principales síntomas son:
Sensación de hinchazón y mala digestión.
Náuseas (sensación de malestar) y vómitos
Malestar en la parte superior del abdomen
La única forma de tratar los cálculos biliares es la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar (colecistectomía).
Actualmente la cirugía se considera un procedimiento sencillo y, en la gran mayoría de los casos, se realiza mediante laparoscopia.
Se realizan 3 o 4 pequeñas incisiones en el abdomen (menos de 1 cm), seguidas de una insuflación de dióxido de carbono, que ayuda a distender el abdomen y crear espacio para que el cirujano realice el procedimiento con la ayuda de una cámara y pequeños instrumentos.
La anestesia es general con una internación que varía entre las 6 y 24 hrs dependiendo de las condiciones clínicas de cada paciente.
La mayoría de los pacientes regresan a sus actividades habituales después de 1 a 2 semanas.
Colecistectomía

LESIONES DE PIEL
Las lesiones de piel son alteraciones en la integridad de la piel que pueden deberse a diversas causas, como traumas, enfermedades, infecciones, reacciones alérgicas, entre otras. Existen varios tipos de lesiones de piel, cada una con características específicas
El tratamiento para las lesiones de piel depende en gran medida de la causa subyacente y del tipo específico de lesión.
La cirugía de piel y partes blandas es una intervención quirúrgica para extirpar lesiones en la piel o en el tejido graso que hay debajo de ella. Entre dichas lesiones se encuentran lunares, verrugas, lipomas, quistes sebáceos o tumores malignos.
Es una cirugía frecuente y de baja complejidad. En la mayoría de los casos, se utiliza anestesia local y podrás volver a tu casa tras la realización de la intervención.
QUISTES DÉRMICOS
Los quistes epidermoides son pequeños bultos no cancerosos debajo de la piel. Pueden aparecer en cualquier parte de la piel, pero son más frecuentes en el rostro, el cuello y el tronco.
Los quistes epidermoides crecen lentamente y, a menudo, son indoloros, por lo que rara vez causan problemas o necesitan tratamiento. Si el aspecto del quiste te molesta, o si es doloroso, se rompe o se infecta, se debe realizar una cirugía para la extirpación del quiste.
Es una cirugía frecuente y de baja complejidad. En la mayoría de los casos, se utiliza anestesia local y podrás volver a tu casa tras la realización de la intervención.
LIPOMAS
Los lipomas son tumores benignos formados por un crecimiento anormal de las células de grasa. Estos suelen ser suaves al tacto, móviles bajo la piel y generalmente indoloros.
Aunque son benignos, es importante que cualquier bulto o masa en la piel sea evaluado por un profesional de la salud para confirmar el diagnóstico y descartar otras posibles condiciones.
Si el lipoma es grande, doloroso o causa preocupación estética, se puede optar por la extirpación quirúrgica.
Es una cirugía frecuente y de baja complejidad. En la mayoría de los casos, se utiliza anestesia local y podrás volver a tu casa tras la realización de la intervención.
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